De vez en cuando está muy bien ver películas que están calificadas para todo los públicos, con esto te aseguras dos cosas, la primera, es que depende de la hora que elijas para verla te puedes encontrar con una manada de cachorros humanos muy poco pacientes, pero que le pondrán sintonía a las escenas más amables de la película y la segunda, es que por un momento nos podemos permitir ser como esos niños. En esta ocasión la película elegida es El Libro de la Selva, todos recordaremos de nuestra infancia esta gran historia que ahora se hace carne.