Hoy os traigo la, hasta el momento, última película de la saga Fast & Furious, la séptima ni más ni menos. Parece mentira que una película sobre coches y carreras clandestinas haya dado para tanto. Me considero una fan de la saga, aunque podáis pensar que este tipo de películas no tienen sentido a mi este blockbuster me convence y me gusta, ya no por el tema de ver coches y más coches, si no por las personas que componen la película. Yo he sido muy fan de Paul Walker, una de las primeras imágenes que recuerdo de él es en la película Nunca juegues con extraños, cuando tiene que entrar desnudo en una cafetería, sí, lo siento, pero es la que se me quedó en la mente. A lo que iba, yo empecé a ver esta saga por él y por supuesto que esta no me la podía perder, y más siendo la última película en la que podríamos verle. Sé que muchos diréis que el alma de la saga es Toretto (Vin Diesel) pero yo no me imagino más sin los dos quemando rueda uno al lado del otro. Sé que ha habido películas en las que ha faltado Toretto o Brian (aka Paul Walker) pero después de las tres últimas, lo que nos presentaban era un grupo de amigos a los que se podía llamar “familia” y como tal, nos hacían partícipes de ella. Y ya no volverá a ser lo mismo.
Esta película, al igual que las otras, está hecha por y para los chicos, esos primeros planos de las chicas, pero primeros planos no de su cara sino de su trasero creo que no vienen a cuento, que sí que es un recurso muy utilizado en este tipo de películas, pero no soy un chico para saber apreciarlos.
Que el malo malísimo sea Jason Statham hace que, por si faltaba algo de testosterona, haya más tíos duros en una película que en un ring de boxeo. Imaginaos en una misma película a Vin Diesel, Dwayne Johnson y Jason Statham, no podían haber buscado a tres con más músculo y mala leche a partes iguales. Cuando vi Fast & Furious 5 y vimos la pelea entre Vin Diesel y Dwayne Johnson yo intentaba imaginarme quién ganaría si metiéramos en la pelea a Jason y oye, han oído mis plegarias y hemos podido ver las dos súper peleas.
Una pregunta, ¿por qué Dwayne Johnson tiene que estar siempre como sudando aunque esté en reposo? Cuando estaban en Brasil podía entenderlo por el clima húmedo y tal pero… ¿en Los Ángeles? No tiene sentido. El papel de Elsa Pataky es un poco como de pegote, la han mantenido pero no aporta mucho a la historia.
Spoilers
La película tiene mucha acción, se han tirado en coches desde un avión, han saltado de un edificio a otro con un coche, peleas, ha habido persecuciones con drones por Los Ángeles, han destruido medio Los Ángeles, por fin la novia de Toretto recuerda quién es, han cogido al malo… Por si faltaba alguien hemos visto a Kurt Russell (un poco arrugado de más), ha salido el protagonista de la tercera parte, la de Tokio Race, también ha estado Djimon no se qué, vamos que se han gastado todo el presupuesto en actores y en efectos especiales.
Pero por desgracia no volveremos a ver más a Paul y eso lo sabían, sabían que tenían que hacer un final perfecto, y ha sido un homenaje perfecto, esa última carrera como si fuera la primera, la voz de Toretto diciendo que siempre estará ya sea aquí o en la otra punta del mundo, como se separan los coches, esos buenos momentos de todas las películas, ha sido mucho, la franquicia no será lo mismo sin Paul. Yo para otras cosas no, pero sentimental para las películas y las series no me gana nadie, y sí, alguna lagrimilla se me ha escapado al final.
En mi caso he intentado descifrar qué planos son de Paul, cuáles son del hermano y todo el rato estaba pensando que qué triste que ya no esté. Y aunque habían dicho que no iban a matar al personaje, con tanto vuelo, tantas balas y peleas, piensas, igual lo han hecho, pero el final, el de darle una vida mejor alejado de todo y cuidando de su familia ha sido mucho mejor, más bonito y emotivo.
Os dejo el tráiler:
El videoclip de despedida de Paul con la canción «See you again»:
Para Paul.
Un saludo.
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